jueves, 6 de mayo de 2010

Cómo hablar de sexo con mi hijo


Que padre o madre que tiene un niño pequeño no se ha sentido alguna vez abrumado de preguntas respecto a de donde vinieron como macen los bebés, como se hacen, etc. ¿Situación difícil?, la verdad no debería serlo si somos claros desde que son muy pequeños. Recuerde que un niño no tiene malicia ni morbo que no haya sido sembrado por los padres, así que no lo siembre en su hijo con su actitud. Recuerde además que los medios de comunicación muestran circunstancias que dejan poco a la imaginación, mujeres desnudas, parejas en posturas comprometedoras, mensajes de doble sentido, bromas subidas de tono, etc. Y lamentablemente esto lo podemos encontrar en todos los medios de comunicación como son televisión, radio, periódico, revistas, internet, etc. Demás está intentar tapar el sol con un dedo, eso está claro, pero como hacerlo, aquí algunas recomendaciones:

1. Empiece por llamar a los órganos sexuales por el nombre correcto no con apelativos ,tenga presente que decir “pene”, “vagina”, o “vulva” no es una lisura.

2. Explique la diferencia real que existe entre hombres y mujeres, esto no es por la apariencia sino por los órganos sexuales.

3. Responda las cosas con naturaleza y solo hasta donde el niño pregunta, no intente ser muy didáctico o dar tanta información si el niño no se lo pide.

4. Si nota que su niño se queda intrigado por algo, pregúntele si sabe lo que significa o si tiene alguna duda.

5. No sea muy técnico, basta con decir que los niños vienen del amor tan grande que se tienen papá y mamá.

6. Respecto a las caricias entre los padres, explíquele que eso es normal en adultos que se aman como sus padres.

7. No está mal que los niños vean a sus padres abrazándose o besándose, eso es natural entre personas que se aman, pero no sean tan efusivos frente a ellos.

8. Recuerden mantener la privacidad y mantener la puerta de la habitación matrimonial cerrada, así ellos sabrán que sus padres necesitan espacio y privacidad para amarse.

9. Tenga cuidado con los programas que ve frente a su niño, recuerde que hay muchos programas con contenido para adultos.

10. Deje claro que solo los adultos como papá y mamá se acarician de cierta manera así como ellos cuando sean adultos lo harán con su pareja.

11. Enseñe a su niño a cuidar su cuerpo y no permitir que nadie acaricie o toque sus genitales , haciendo notar que eso es una forma de agresión.
12. Converse con su niño siempre y despierte en él la confianza para compartir y contar sus experiencias con Ud.


Si somos claros, conversamos a menudo con nuestro hijos y no ponemos límites de conversación podremos sembrar confianza en ellos y evitaremos que se informen equivocadamente por terceros o que sean víctimas de abusos.

Lic. Sarela E.Quiroz Castañeda.
Psicóloga Esp. Intervención Temprana

DEPENDENCIA EMOCIONAL DE LA MADRE


Mamá se despide del niño en la puerta del colegio , el niño pasa y se va corriendo feliz en busca de sus compañeritos del aula, la madre no puede creer que su hijo se desprenda tan fácilmente de ella, “ya no me necesita, no le intereso” etc. Son algunas de las frases que podemos escuchar cuando la madre siente que su niño no la necesita, aquí estamos frente a una dependencia de la madre que en su afán de tener a su hijo a su lado para no sentirse sola lo hace dependiente de ella hasta el punto de saciarlo de atenciones. Conductas como darle y hacer todo por el niño sin permitirle a él valerse por si mismo son algunas de las más usadas cuando el deseo por controlar y mantener siempre un lazo dependiente que no hace más que perjudicar al niño. Aunque parezca contradictorio nos encontramos con deseos inconscientes por parte de la madre por hacer sentir a su hijo que no es nada sin ella y por lo tanto se envían mensajes de incapacidad para valerse por si mismo y baja autoestima.
Cabe resaltar que en una madre cuyo deseo de tener siempre el control y al excesiva preocupación por el niño no son siempre sinónimo de afecto, si no por el contrario esconde un sentimiento negativo hacia el niño que probablemente tiene su origen o en la forma en como fue criada la madre o en sus experiencias personales, sea cual fuere la causa debemos saber reconocer cuando la madre llega a absorber y limitar el desarrollo emocional del niño.
Dentro de algunas conductas observables podemos mencionar

• Seguir con el amamantamiento cuando el niño tiene más de dos años
• No permitir que el niño aprenda a comer solo (darle de comer siempre)
• Estar todo el tiempo detrás del niño para que no se caiga o lastime cuando ya aprendió a caminar
• No dejar que el niño participe en pequeñas responsabilidades de la casa (guardar juguetes, sacar la ropa, etc.)
• Hacer las tareas del niño sin permitir que él las haga porque “no las hace bien”.
• Mantener el uso del pañal cuando el niño es mayor de dos años
• No enseñar hábitos de independencia para hacer sus necesidades, lavarse las manos, dientes,etc.
• Angustia extrema cuando el niño quiere hacer algo solo como trepar, salir con un familiar, etc.

No toda conducta que tenga que ver con las anteriores ubica dentro de la dependencia emocional a una madre, pero si es necesario analizarnos y ponernos a pensar si es que realmente con nuestro apoyo ayudamos a nuestros hijos a crecer y ser independientes de nosotros (porque a eso debemos llegar) y si no es así es preciso que hagamos un cambio de actitud que de no ser tan fácil podemos acudir aun especialista para trabajar aun nivel personal para poder formar a nuestros hijos de una manera saludable que de cierta manera nos garantice una adecuada salud mental para nuestros hijos.


Psic. Sarela Quiroz C.
Esp. En Intervención Temprana.